SERÁN UNA SOLA CARNE Y CUÍDATE DE TODO AQUELLO QUE DESTRUYE TU MATRIMONIO

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PARTE II

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Y SERÁN UNA SOLA CARNE

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“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre,

y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”

(Génesis 2:24)

¿Es una esposa un trofeo que se obtiene

y después se guarda?

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Proverbios 5:18-19 dice:
“Y alégrate con la mujer de tu juventud,

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19 Como cierva amada y graciosa gacela.

Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,

Y en su amor recréate siempre”

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No hagas a tu esposa o esposo,

nada que pueda entristecer a su corazón,
Nada que pueda lastimarlos

y nada que tú no quisieras que te hicieran a ti.

Creo que una forma maravillosa de ser mejores cada día

y obrar con bien antes de hacer algo, es preguntarnos…

esto que haré, agradaría a Dios?

Si la respuesta es NO, entonces, no puedes hacerlo

porque todo aquello, hermanos míos,

que no puedan mostrar delante Dios con orgullo y honestidad,

está fuera de los caminos del Señor.

LO QUE DESTRUYE A UN MATRIMONIO

La infidelidad (CAMINO A LA MUERTE)
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Proverbios 2 dice:

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Para librarte de la mujer extraña,

de la ajena que halaga con sus palabras

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17 Que desampara el príncipe de su mocedad,

Y se olvida del pacto de su Dios

18 Por lo cual su casa está inclinada á la muerte,

Y sus veredas hacia los muertos:

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19 Todos los que á ella entraren, no volverán,

Ni tomarán las veredas de la vida.
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Proverbios 5:21-22 dice:
“Porque los caminos del hombre

están ante los ojos de Jehová”

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Es mejor no jugar con fuego y aprender a resistir

la tentación de siquiera pensar en algo

que pueda afectar tu matrimonio,

a menos que tu intención sea destruir la unión

que tú buscaste y que Dios bendijo.

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Busca en tu mujer siempre las cosas buenas,

reconoce lo que ha hecho por ti,

nunca dejes de decirle y demostrarle que la amas

y cuando cometa ella un error, c

oméntaselo, para que ella pueda corregir,

ámala y protégela,

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piensa en ella como describe 1 Pedro 3:7:

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“Vosotros maridos, igualmente,

vivid con ellas sabiamente,

dando honor a la mujer como vaso más frágil,

y como a coherederas de la gracia de la vida,

para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

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